¿PARA QUÉ ES NECESARIO QUE ECUADOR SE CONVIERTA EN UNA UNIÓN CONFEDERADA DE ESTADOS?

1. PARA QUE TODOS LOS PUEBLOS QUE CONFORMAN EL ECUADOR PUEDAN CONOCER, ASUMIR Y HONRAR SU VERDADERO PATRIMONIO HISTÓRICO E IDENTIDAD.

Desde 1830 el ejercicio de la capitalidad por parte de Quito ha traído como consecuencia que la Historia ha sido escrita principalmente por historiadores quiteños cuya mentalidad, diferente a la del resto del país, ha distorsionado la narración de la verdadera historia patria:

  • Cambiando el significado de los hechos (ej. La emisión inorgánica de inicios del S20 se la imputa a los banqueros y cacaoteros, si mencionar que el gobierno central obligó a los bancos a emitir billetes sin respaldo) y, hasta el significado de las palabras (ej. llamando independencia a lo que textualmente fue sometimiento a la soberanía)
  • Ocultando y omitiendo la mención de hechos trascendentales originados en lugares distintos a Quito.
  • Distorsionando los hechos, para elogiar o condenar, según la afinidad a la visión capitalina.

Mientras exista una república unitaria que desde la cuenta única del tesoro siga asignando, centralizadamente, recursos a una “Academia Nacional de Historia”, con sede en Quito, que interpreta la nacionalidad como sinónimo de capitalidad y la quiteñidad como sinónimo de ecuatorianidad, permanecerá conculcado el derecho a conocer y honrar el verdadero patrimonio histórico del auténtico Ecuador. Historiadores de todo el país deben iniciar un revisionismo histórico que transparente los hechos, publique documentos inéditos, retire el sesgo y distorsión e ilumine con la luz del análisis y la objetividad la verdadera historia del país.

2. PARA QUE ECUATORIANOS DE TODOS LOS PUEBLOS Y REGIONES DEL ECUADOR, PUEDAN TENER LA MISMA OPORTUNIDAD DE SER REPRESENTANTES DIPLOMÁTICOS ANTE OTROS PAÍSES.

190 años de vigencia de una administración pública con sede en la Capital han hecho que el servicio de carrera exterior se haya convertido, en la práctica, en un monopolio de los capitalinos. No hay cónsules y embajadores negros, cholos, costeños y amazónicos, en la misma proporción de su participación dentro del país. Las barreras que la cancillería pone a los ecuatorianos de fuera de la capital son inexpugnables, aún para los diplomáticos de la llamada cuota política, cuyos nombramientos la burocracia detiene o difiere con todo tipo de pretextos.

Inútil ha sido la formación, fuera de la capital, de importantes Escuelas de Post Grado en Diplomacia, ya que su enseñanza académica nunca fue homologada. La capital y la escuela quiteña, se han adueñado de la representación del país, y han convertido a la Cancillería en una agencia de empleos y contactos en donde el primer requisito (no escrito) es provenir de esa pequeña parte del país.

En consecuencia, también se ha centralizado, la “Cooperación Internacional”, es decir, una serie de importantes recursos económicos, tanto en servicios, consultorías y fondos monetarios, los cuales han terminado beneficiando de manera privilegiada a la Capital y sus alrededores, en detrimento del resto de ecuatorianos.

Además, en las oficinas y programas internacionales se promociona de manera privilegiada el turismo alrededor de la capital, y, a los extranjeros que consultan las oficinas de representación previo a posibles viajes al Ecuador, no se les ofrece información de determinadas ciudades, o, lo que es peor, se les da malas referencias (“no hay nada interesante”, “no es segura”).

Finalmente, se ha favorecido para la capital la representación comercial y de servicios de las compañías internacionales que buscan hacer negocios en Ecuador a través de las oficinas de representación diplomática, direccionando esas alianzas a personas o grupos capitalinos.

3. PARA PROMOVER EL DESARROLLO, LA JUSTICIA Y LA EQUIDAD.

El tipo de capitalidad otorgado a Quito, incluye:

  • Poder para girar y gastar de la cuenta única (“Capital de todos los ecuatorianos”)
  • Poder para endeudar al país, dictar normas sobre el sector financiero público y privado. Aprobar o negar financiamiento internacional para el país y para los gobiernos locales
  • Manejo centralizado de la administración pública. Ministerios, “Secretarías” y “Consejos” “Nacionales”, etc., deciden, a su antojo, dónde y en qué se invierte. Deciden los contenidos y los términos de los servicios públicos. Competencias más importantes le son de manejo exclusivo y en el resto norman y deciden.
  • Manejo centralizado de la planificación. Poder para decidir qué productos agrícolas se pueden sembrar y cuáles no (el banano, por ejemplo, está prohibido extenderse). Qué zonas y qué actividades tienen prioridad para desarrollarse. (Arte en Guayaquil, Investigación científica en Yachay, Puerto Marítimo en Chanduy, de cabotaje en Guayaquil, etc.)

Esta organización del Estado ha traído como consecuencias:

  • DEPENDENCIA Y SUBDESARROLLO: Se frena el emprendimiento y el libre desarrollo, desperdiciando la creatividad y diversidad de los ecuatorianos.
  • DESIGUALDAD: El empleo público está concentrado en una ciudad. El nivel de vida (no sólo económico) es mucho mejor en la capital que en el resto del país.
  • INJUSTICIA: Infraestructura vial, hospitalaria, de atenciones sociales y educativa muy inferiores en el resto del país que en la capital. En Pichincha la Esperanza de Vida muy superior que en cualquier provincia de la Costa (
  • INEFICIENCIA Y DESPILFARRO: La 7ª provincia en superficie agrícola (Pichincha) recibe más fondos del MAG que la de mayor superficie cultivable (Manabí).
  • CORRUPCIÓN: A mayor concentración de poder, menor transparencia y mayor es la corrupción.